viernes, 20 de abril de 2012

No soy perfecta, pero tampoco lo intento. Tengo millones de defectos, sí. Me entero de cosas que ojalá nunca me enterara. Soy incapaz de estar callada dos minutos y si lo estoy es porque algo me pasa. Me rio cuando realmente hablo de algo serio. No soy la más simpática, incluso soy borde, pero doy todo por quien quiero. Si estoy de malas puedo ser la peor del mundo pero también si estoy de buenas puedo ser la más cariñosa. Quiero vivir la vida por la noche y dormir todo el día, a no ser que haya algo importante que hacer. Estudio siempre el día antes y gracias a dios por ahora non me falló nunca. Llego tarde o antes de tiempo, soy incapaz de estar a la hora exacta. Pinto corazones por toda mi agenda. Sino paro de reírme no es porque sea feliz, es porque me rio de todo en general. Algún día diría que no podía más, pues mentí siempre puedo más SIEMPRE. Tardo en confiar en la gente, pero cuando confio esa persona es la más importante para mí. Puede que no confie en la gente que debería. Puede que muchas cosas no las haga bien, pero defectos tenemos todos y herrores también. Sí, podría decir miles y miles de defectos más y alguna que otra cosa buena. Pero simplemente queda decir que tendré muchos defectos, pero también virtudes.

jueves, 19 de abril de 2012

 ¿Sabes ese escalofrío que te recorre el cuerpo cuando algo te gusta mucho? ¿Cuando algo te gusta tanto que no puedes dejar de mirarlo? ¿Esa sensación que te invade el cuerpo cuando piensas lo afortunada que eres por sentir todo lo que sientes? 

La verdad no tengo argumentos lógicos, tampoco improvisados. Se podría decir que todo lo que llevo hecho en la vida lo he hecho por impulsos, por instinto. Soy del tipo de chicas que no se rinde fácilmente, pero que a la mínima se le echa el mundo encima. Tampoco suelo pensar lo que digo, sino que digo lo que siento y luego me arrepiento. Sólo sé que te quiero. Eres tú, tu manera de hacer las cosas, tu forma de mirarme, tu risa, tus gestos, tu pelo, tus tonterías que me hacen reír, tus abrazos, tus palabras e incluso tus besos. Porque ya contigo no puedo tener excusas. Porque me conoces, quizás mejor que nadie. Tengo tantas cosas que decirte, que jamás podría escribirlo tal y como lo siento.